viernes, 30 de marzo de 2012

Clarulina + Mª Teresa Recio y Patricia Nasello


Vuelo

Mi madre me decía que tenía pájaros en la cabeza,  si es que alguna vez me atrevía a comentar mis sueños de grandeza.   Entonces era casi una niña y con mi imaginación,  sin hacerla caso,  de nuevo volaba como un pájaro, y ése pájaro estaba siempre al lado de mi cabeza, que no dentro.
Esa fascinación por los pájaros y los sueños  me acompaña desde entonces: gorriones, palomas, tórtolas, mirlos y…el ave fénix, ¿alguien ha  visto un ave fénix? ¿un ave fénix azul? Que no rojo,  sino azul, ¿no? Pues a mí me acompaña desde hace unos años, pegadito a mi cabeza, que no dentro de ella, precioso,  brillante, azul cielo, quien me conoce lo sabe con certeza.
También puedo contaros que solamente se ve con los ojos del alma.  Cuando estoy en silencio este ave se eleva alto,  muy por encima de las nubes, cerca del sol,  de dónde de nuevo y  una vez más, día tras día,  vuelve a traerme  esa  paz, esa quietud,  y esa  belleza que desde hace unos años me acompaña.
Abro los ojos y me dejo llevar en el abrazo de este maravilloso ave azul. Dentro de su luz elevo mi espíritu a lo más alto; vuelo.

Mª Teresa Recio Esteban


Cirugía mayor

—Ofrézcame otra solución —dice. Su tono suave, educado, esconde una súplica. El médico la observa desde la cima donde cree que su profesión lo ubica. Se trata de una mirada lejana, con el toque justo de indiferencia y desdén  que dedica a los ignorantes que se atreven a cuestionar su juicio. El hielo de esos ojos la quiebra—. Como usted diga, doctor.
Las alas que le pueblan el pecho están pegadas al corazón, extirparlas toma más tiempo del previsto.
Ya no escuchará más trinos, ni la acosará el deseo neurótico de elevarse por encima de esa realidad chata que la circunda.
El posoperatorio es largo y traumático.

Patricia Nasello
http://patricianasello547.blogspot.com




Migración


El ave, con los ojos cerrados, acaricia la frente de Nieve con suavidad.
La burbuja de hielo transparente que los rodea adelgaza por momentos al ritmo de la transmisión de cariño de la extraordinaria criatura.
Por el rabillo del ojo la muchacha se despide, sin una sola palabra, de quienes debieran haber sido los suyos.

4 comentarios:

  1. Es un honor formar parte de esta bitácora que ya es una leyenda entre los microrrelatistas.
    Gracias, Clara, por la oportunidad.

    Ha sido un placer leerte, María Teresa.

    Abrazos

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  2. Bravo, dos textos casi opuestos, dos caras de la realidad, aceptación y renuncia, sueños y dolor. Complementarios y excelentes.

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  3. ¡Cómo me hubiera gustado volar como ella! Contemplar desde su cielo las hermosas historias de cuerpos encerrados, separados por barreras, con almas que se escapan y traspasan cualquier reja. De corazones solitarios que se acercan, a pesar de las murallas, y se besan. Ser uno de esos seres que no saben caminar y simplemente vuelan. ¡Cómo me hubiera gustado ser ella!

    ¡Intentad enjaular a las notas musicales, tratad de poner, a las miradas, fronteras, encarcelad, si podéis, al pensamiento. Cortad, si sois capaces, las alas al viento, deshaced los nudos de las gargantas. Intentad convencer a la luz de que hay distancias!

    ¡Hubiera dado cualquier cosa por ser ella! Soy, alada, azul, hermosa y coqueta… pero solo soy un ave. No cabe en mi cabeza más que prosa, ¡y ella tiene alas de poeta!

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  4. Clara, hola de nuevo. Espero que no te importe, he pasado tu ilustración y mis palabras, junto con el enlace a tu blog, al grupo Poetas del 15M, del formo parte desde la publicación del libro del mismo titulo, recomendando que viajen a tu mundo y se inspiren en el. Un abrazo.

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